Vuelvo. Por una mágica noche. O tarde. En fin, tomando cerveza y con la inconsistencia y falta de disciplina que me caracterizan, vuelvo.
Recién leía mis «propósitos» del 31 de Diciembre pasado. El termino «new year’s resolutions» me estaría simpatizando mas.
Pase el año nuevo anterior sola, aquí en mi casa de mar del plata, ya que habíamos elegido este destino con mi ex novio, y dias antes discutimos a muerte. Y me vine igual. Paso este año nuevo de la misma forma. Debería estar con mi mejor amigo y su familia en San Bernardo, pero una estúpida muela inflamada/infectada me dejo con la cara deforme, el ganglio de ese lado (el izquierdo) inflamado, y la fortaleza de una pelusa. Y si bien el plan C (fiesta en Acantilados) suena tentador, no creo que mi cuerpo resista demasiado. Y, siendo sincera, me esta gustando esta nueva tradición. Se puede reflexionar todo el tiempo, pero las reflexiones de fin de año son como mas…profundas, digamos. Abarcan un rango mas amplio. Y me llevo bien con mi locura, claramente.
Recapitulando, que me dejo este 2014?
Para empezar, una historia de amor de mierda. Un ex novio de mierda. Un mundial de mierda. Lagrimas derramadas por cada rincón por donde pase. Vi esfumarse como humo la historia que creí que seria la historia de mi vida; la persona que supuse seria mi compañero hasta que la muerte nos separe. Humo.
Gente. Una de mis resoluciones del año pasado, había sido ser mas abierta y conocer gente. Y eso me llevo a enterarme que la humanidad no es tooooda una enorme cagada. Todavia queda mucha gente buena, que vale la pena. Es solo cuestión de saber encontrarla. Incluso gente con la que no era muy cercana, cuando me vio tocando fondo, me lo dio todo. Debo haberme portado bastante bien en la vida, para haber recibido tantas manos. Manos que fueron, son, y serán devueltas siempre; como una especie de cadena de favores submundista.
Así como sume, también depure gente que no me servia. Gente nociva, por mas cercana que fuera. Y estoy feliz de que así sea.
Mar del Plata. En un momento, durante este año, twittee que se me estaba terminando la edad para vivir en una ciudad con mar. Recordé que mi deadline para hacerlo, eran los 30 años. Me pregunte que carajo estaba haciendo de mi vida en Buenos Aires. Y unos meses antes de cumplirlos, aquí estoy. En la ciudad donde las noches terminan viendo el amanecer borracha en la escollera. Y con un Aldosivi recién subidito a primera.
Mención aparte para la vuelta de Independiente a primera; de donde nunca debió haber salido. No es que sea para bailar en una pata, pero tampoco voy a ser hipócrita.
Mi perrita salchicha (o ex-perrita, ya que luego paso a ser mas de mi hermana que mía) Winny, nos dejo, con sus casi 19 años. Te perdono por haberme querido morder el pie mientras te pateaba, y romperme la balerina con los dientes. Se que me perdonaste las dosis de Clonazepan cuando escuchabas pirotecnia y ladrabas, las tinturas de colores (con papel crepe, inofensivas para su piel) y los cortes de pelo estrafalarios, xq te ponías como loca de cariño cada vez que iba a visitarte.
La relación con mi madre, que antaño era bastante compleja, no para de afianzarse.
Conocí a un porteño divino, que por mas que yo viva a 400 km y el se vaya en 3 meses a un viaje hippie por Latinoamerica con duración indefinida, me ayudo a ver que todavía me pueden gustar otros hombres, y que mi ex…bueno, he was close, but no cigar (por no decir que era un pelotudo).
También aprendí a llevarme mejor conmigo misma. A caminar como si me comiera el mundo. A salir a la cancha como si fuera Cristiano Ronaldo. A darme cuenta que donde puse el ojo, siempre puse la bala. Y soy muy estúpida si sigo dudando tanto de mi misma y haciéndome la boluda.
Hice un par de viajecitos lindos.
Me medicaron con antipsicoticos.
De los 7 propósitos que me había puesto para el 2014, cumplí «solo» 2 (aunque uno era bastante ridículo, y seguro lo escribí ebria). Para una persona tan inconstante, haber logrado cumplir 2/7 es todo un logro.
En fin…con sus pro y sus contra, mi 2014 definitivamente fue un buen año. Quizás no el mejor, pero definitivamente, no fue el peor. La vida sigue, y cada dia me sorprende con cosas maravillosas.
Los propósitos para este nuevo año que empieza en horas, aun no estan escritos…Asi que me pongo manos a la obra.
A quienes me leyeron por estos lares, gracias!
Y exitos para el 2015!